Luego de tres años de descanso y después de la sobredosis casi letal del 2007, cuando hubo tres ediciones en un año -incluyendo el de "famosos"-, volvió "el padre de todos los realities". Porque a la madre todavía la estarían buscando... La séptima edición de Gran hermano (domingo a las 21.30, por Telefe) arrancó con toda la iconografía propia de la marca, incluyendo a Mariano Peluffo. La casa, la música, la tribuna, la expectativa y el discurso encendido de Jorge Rial, una vez más su conductor, le dieron el marco acostumbrado y característico para iniciar el desfile de las 20 criaturas en busca de un lugar al sol (de la fama).

Veinte participantes que pugnarán por el premio de 400 mil pesos y que, como suele ocurrir, más allá del "federalismo" de la convocatoria, las diferencias lógicas y las "potentes" historias de vida parecen todos cortados con la misma tijera.
En tren de exagerar, Rial no quiso quedarse corto. "Este es un GH que viene a cambiar la historia", soltó antes de aclarar que la decoración de la casa "tiene que ver con esta nueva generación de GH, con el 2.0". Porque, como anticipó, este será el GH de las redes sociales.

Dicho todo esto, fue tiempo de ir a la puerta de ingreso a la casa, donde Peluffo y Silvina Luna (ex GH) se ocuparon de darles la bienvenida a los participantes que iban entrando.

Desde el primero, Martín Pepa, un pampeano "bastante mujeriego", hasta los últimos: Jésica, que quería entrar a la casa "para conocerme yo" y Emiliano, un gay que se parece al futbolista Coloccini. Pasando por Gisele, una "líder natural" que, cada tres palabras, dice "chabón", y Pamela, una cordobesa con "una historia muy fuerte", pero que lamentablemente no se entendió nada.

Difícil que se le entienda algo a alguien capaz de decir: "Acabo de ver a mi hijo por última vez después de no sé cuánto tiempo" (?). Por Rocío, la "típica histeriquita" que quiere ser vedette ("Ya la veo con Carmen Barbieri armando quilombo", dijo Rial) y un Anchorena (Martín).

Por Natalí, que trabaja en la morgue de Paraná "abriendo los cuerpitos" (sic) y Loreley, a quien de chica le gustaba ser soldado. Terminó siendo modelo, pero se casó con un sargento. Algo es algo. Por Luz, una bailarina que "cambió su orientación sexual" (aunque nunca aclaró de qué a qué) y Cris, un paseador de perros que perdió un auto en una apuesta. Por Jonatan, un "mantenido que se lleva bien con las minas" y Alejandro, que necesita la plata para hacerse una operación de reasignación de género. Nació mujer, pero quiere ser (y parece) un señor. Y siguen las firmas.

Las novedades de este GH tienen que ver con los dormitorios (las camas son para 3 ó 4) y el uso del Twitter por parte de los participantes. Una vez más, la casa ya está latiendo.
Lo más visto
"Gran hermano" ganó el rating del domingo, con un promedio de 23,9 puntos, una marca mayor a la que lograba "Susana Giménez". Segundo se ubicó "El cine de Telefe" (a las 20.15), con 14,7 puntos.