Con poco rating y peleas internas, ayer terminó la novela en Telefe. El final anunciado "Secretos de amor". Terminó la telenovela de Telefe, con Soledad Silveyra, entre el bajo rating y polémicas internas.

No por anticipado, el final de Secretos de amor (a las 15.30, por Telefe), dejó de ser intenso. O quizá justamente por tener que adelantarlo, ante el escaso éxito de la tira, el cierre tuvo un poco de todo.

Tensión: porque en su afán de vengarse de Camila (Laura Novoa), quien lo dejó por Manuel (Adrián Navarro), Nacho (Juan Gil Navarro) primero amenaza con matarla a ella, después a su pequeña hija y termina disparándole al propio Manuel que ha llegado para rescatarlas.

Venganza: el personaje de Raúl Rizzo muere envenenado por su ex (María Carámbula) quien, en la prisión, le preparó (y le regaló luego de firmarle el divorcio) unas deliciosas masitas de coco, con un toque de veneno para ratas.

Llanto: como Manuel sobrevivió al disparo de Nacho, aunque quedó muy malherido, hay mucho llanto a su alrededor en su lugar de internación. Camila, sus hermanas y su mejor amigo lloran temiendo lo peor. Que finalmente ocurre, exactamente después de susurrarle a Camila: "Te amo...". Piiiiiiiiiiii.

Más tensión: cuando Nacho, luego de confesarle sus crímenes a su madre (Soledad Silveyra), amenaza con suicidarse.

Sorpresa: en la última escena nos enteramos de que ¡Manuel vive! Fue resucitado por Camila.

Y así, todos, casi felices.

Pero la "interna" de esta novela fue, tal vez, más apasionante que la ficción. Realizada por ON TV (la productora de Claudio Villarruel y Bernarda Llorente), el rating acompañó discretamente a esta propuesta desde su debut, el 14 de junio, con 12,6 puntos, según Ibope.

A poco de andar, ese número había bajado a la mitad. En agosto, Arturo Puig renunció por no estar de acuerdo con el rumbo de su personaje. Y hace un par de semanas empezó el fuego cruzado entre la protagonista, Soledad Silveyra, y el productor Villarruel.

Ella dijo que no hubo una historia fuerte para sostener el romance entre una mujer madura y un galán joven (Navarro), y que cuando lo advirtió, no fue escuchada. Villarruel retrucó acusándola de estar mintiendo. Y Solita fue por más: "no había contexto, no había personaje. Vi que el tren se venía encima: son 25 años de profesión, algo sé de esto". Lo cierto es que anteayer la novela midió 7,2 puntos de rating. Más que el promedio, seguramente por la cercanía del happy end.